Las recomendaciones de los analistas tienen en cuenta que el dólar está sospechosamente tranquilo y hay expectativa de suba de los precios.
Estos días, los empleados en relación de dependencia cobran el medio aguinaldo, ese ingreso «extra» que envidian los monotributistas y autónomos y que la clase media suele usar para cancelar deudas, ponerse al día con la tarjeta, pagar los gastos de las vacaciones o -si tiene más suerte- ahorrar para momentos de necesidad durante el año.
Pero ¿qué conviene hacer?, ¿cómo se le pueden sacar más jugo a esos pesos? ¿Es mejor pagar las deudas que invertir? ¿O es mejor apurarse a cambiar el celular antes de que aumente el dólar? ¿Rinde más el dólar libre o hacer un plazo fijo? ¿Hay algún bono que me permita ganarle a la inflación? ¿Apuesto a las acciones o es solo para expertos? Algunos expertos trataron de contestar estas preguntas.
Con respecto a la compra de bienes, Brian Torchia, de Pgk Consultores, apuesta a que, por las señales que da el Gobierno, es muy probable que haya planes de financiación atractivos para incentivar el consumo y, por ende, recomienda esperar antes de salir a hacer compras cash.
Para quien tiene deudas, la clave primero es poder comparar las tasas del crédito con las de una inversión, lo que no siempre es tan claro. José Ignacio Bano, de Invertironline, explica que «si estás pagando una tasa fija de 24% en pesos por ahí te convierte invertirlo en algo que te dé más. Si la deuda es en dólares, la cancelás lo antes que puedas. Si tenés un préstamo de UVA más una tasa de 2%, hay bonos que te rinden UVA más 6% y, en ese caso, conviene invertir».
Mariano Sardáns, CEO de FDI, recomienda que si alguien está pagando saldos con tarjetas o créditos personales por arriba de la inflación, lo cancele.
Una vez que está decidido que el destino del aguinaldo será la inversión, hay que tener en cuenta que siempre es mejor diversificar; que si es a corto plazo se debe apuntar a productos que permitan retirar rápidamente los fondos ante una emergencia y que hay que evaluar cuál es el riesgo que está dispuesto a correr cada uno de acuerdo a la proporción de ahorros que se está poniendo en juego.
Además, todas las transacciones que involucran la compra y venta de títulos -que se pueden hacer a través del banco o de las sociedades de Bolsa físicas u online- tienen un costo de entrada y salida de entre 0,5% y 1% por operación.
La apuesta más conservadora y a la que todos los consultores apuntan básicamente es comprar dólares para guardar. El dólar MEP o Bolsa -que a $ 141 estaría «barato»- se obtiene mediante operaciones de compra y venta de bonos. Tiene la contra de que hay que esperar 3 días antes de poder vender los títulos y conseguir los billetes, lo que le suma volatilidad. Pero, por otro lado, está más bajo que los $ 145 a los que los bancos venden los US$ 200 mensuales, y no tienen tope de compra.
«Estamos en un contexto de pax cambiaria bastante notorio, donde el dólar libre o Bolsa está prácticamente al mismo nivel que el dólar ahorro, lo cual marca que, si hay un dólar restringido y uno libre al mismo valor, es porque el dólar libre podría estar subvaluado, y es un punto para dolarizarse. El dólar MEP está bajo producto de la intervención del Gobierno. En algún punto le soltara la soga y veremos qué pasa», explica Torchia.
Federico Furiase, de EcoGo, afirma que «si bien ahora tenemos el aumento estacional en la demanda de pesos que mantiene la brecha entre el dólar oficial y el MEP estabilizada, porque hay empresas que venden dólares para pagar aguinaldos, a partir de enero y febrero, cuando ese aumento estacional se empiece a desarmar, si el Gobierno no da una señal fiscal y monetaria creíble, podría recalentarse la brecha» por lo que no ve una mala oportunidad para comprar dólar MEP a $ 140 como cobertura de la brecha cambiaria.
Sin embargo, junto con el dólar MEP, el consultor sugiere bonos atados a la inflación. Según sus cálculos, en diciembre, enero y febrero es muy probable que la inflación le gane a la tasa de interés y a la suba del dólar oficial. «Para quien tuviera la suerte de poder ahorrar, yo le diría que se puede posicionar en bonos que ajustan por inflación, los que vencen pronto (TX22, TX23, hasta TX24) que tienen rendimientos en tasas reales que van de 3 a 7% más inflación».
Bano recomienda el TX21, que vence en abril y paga 6%, que no tiene el riesgo de que el precio suba o baje, como los que son a más largo plazo. Se puede invertir desde $ 100.
Para los que no se animan a los bonos, están los plazos fijos en UVA (atados a la inflación). Furiase cree que los plazos fijos UVA le ganarán a los tradicionales. «La inflación se está acelerando por los efectos que dejarán las subas de carnes, prepagas, combustibles, turismo. El Banco Central irá ajustando la tasa pero mientras que la inflación sube por ascensor, la tasa va por la escalera», grafica Furiase.
Para los perfiles más agresivos, están los Cedear, que son instrumentos que replican las acciones de empresas extranjeras. Aunque se compran y venden en pesos, además de subir o bajar junto con la acción, siguen la evolución del dólar contado con liqui, por lo que si se despiertan los dólares alternativos, el ahorrista está cubierto. También en este caso se puede entrar con una inversión baja, de $ 2.000.
«Hay sectores interesantes. En 2021, la economia se va a recuperar, los sectores procíclicos que crecen con la economía son seguros, como el consumo masivo (Walmart, Nike)».
Sardáns recomienda para ahorristas más sofisticados acciones de países emergentes, que tienen viento de cola ante la debilidad del dólar y el euro a nivel mundial. Pero en este caso la inversión se hace fuera del país, mediante una operación de contado con liqui y los títulos se adquieren en el exterior.
FUENTE: https://www.clarin.com/