En línea con los demás Sistemas de Gestión, la Norma ISO 37001 brindará herramientas a las organizaciones para que puedan enfrentar el riesgo de soborno en sus propias operaciones y a lo largo de toda su cadena de valor. Su cumplimiento podrá ser certificado.
El soborno es uno de los problemas más destructivos y complejos de nuestros tiempos y, a pesar de los esfuerzos a nivel nacional e internacional para combatirlo, continúa muy extendido. El Banco Mundial estima que representa más de un trillón de dólares por año, con impactos desastrosos como la erosión de la estabilidad política, aumentando los costos de los negocios y la pobreza.
Sin dudas, a nivel global constituye una barrera significativa al comercio nacional y, al interior de una organización, tiene un impacto altamente negativo sobre la moral de los empleados. Numerosos gobiernos han tomado medidas para combatir el soborno mediante leyes nacionales y acuerdos internacionales tales como la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción. Sin embargo, se vuelve necesario profundizar estas acciones y es ahí donde el Sistema de Gestión Anti-soborno puede desempeñar un rol fundamental, pero ¿en qué consiste exactamente?
La norma ISO 37001 proporciona los requisitos y lineamientos claros para establecer, implementar, mantener y mejorar un sistema de gestión anticorrupción, el cual puede ser independiente o estar integrado en un sistema de gestión general. Los requerimientos de la norma son genéricos y aplicables a todas las organizaciones (incluso a ciertos sectores de ellas), más allá del tipo, tamaño y naturaleza de la actividad, ya sea en el sector público, privado o sin fines de lucro. Esto incluye a las empresas estatales, grandes organizaciones, PyMES y organizaciones no gubernamentales.
En el contexto de la norma, el soborno se entiende de forma genérica como ofrecimiento, promesa, concesión, aceptación o petición de una ventaja (financiera o no financiera) indebida de cualquier valor, de forma directa o indirecta, independientemente de donde se produzca, que suponga una violación de la legislación aplicable. Además, se realiza como un incentivo o una recompensa para que una persona actúe o se abstenga de actuar en relación con el desempeño de sus obligaciones. Cada organización deberá, no obstante, adaptar el concepto de soborno dentro de su sistema de gestión a la legislación que le sea aplicable.
A su vez, las medidas requeridas están previstas para integrarse a procesos de gestión y controles ya existentes. En ese sentido, la ISO 37001, al igual que la nueva versión de la ISO 9001:2015, cuenta con una Estructura de Alto Nivel (HLS). Esto facilita la integración con otros sistemas de gestión existentes (tales como calidad, ambiente y seguridad).
Cabe destacar que la organización puede certificar por tercera parte el cumplimiento de la norma; si bien no se garantiza la exención de sobornos en forma taxativa, la implementación y posterior certificación de este documento es una herramienta sólida que contribuye a reducir sustancialmente el riesgo de soborno y a combatirlo allí donde ocurre. Asimismo, representa una clara señal de la posición adoptada por la organización certificada frente a este tema.
Asimismo, desde IRAM estamos trabajando en una traducción consensuada con todos los países hispanoparlantes para conseguir la publicación de la norma en su versión en español para fines de este año.
Fuente: ISO / AENOR